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sábado, 7 de febrero de 2015

Sangre y arena

Cosas de la vida, ayer Madonna estreno su nuevo vídeo. Living for love, perteneciente a su último trabajo. Rebel heart, he querido aprovechar la coincidencia del estreno de mi blog, para enlazar el tema, del que voy hablar. Y ¡no!, no voy hablar de Madonna, todos piensan, que a todos los gays del mundo, nos gusta Madonna, o que a los mayores les gusta , Barbra Streisand a los de mi edad Madonna y los más jóvenes Lady gaga, ( reconozco, que yo adoro a Madonna ). Pero este, no es el tema, del que voy hablar. Tampoco voy a utilizar está inspiración taurina del vídeo, para hablar, de las corridas de toros.

De las que puedo decir, que no me gustan.  Me parece desagradable e innecesario, que un animal tenga que sufrir, para el entretenimiento de unos pocos.
Además, estas tradiciones están condenadas a desaparecer, por mucho que algunos lo abanderen como la fiesta de un país. Cuando no lo es. No la mía.

Y lo dejo aquí, porque dónde yo quiero ir, es a esa estética, cargada de matices que entiendo cautive al cine y al arte en general. Esa bella y bestia, ¿quién es quién?. 
Toda esta puesta en escena, tiene para mí un sentido de belleza, dolor, sufrimiento y caos.
La vida, que es también una puesta en escena para muchos y muchas, nos enseña con frecuencia, que entre amor y dolor, también es delicada la línea.

No lo esperas, pero un día aparece, esa persona que con su presencia, caminar y pose, con sonrisa perfecta y un aura, con un brillo que supera el de plata al sol, te dejas deslumbrar.
Pero cuando quieres darte cuenta , sientes un ligero mareo, un pequeño pinchazo, ya tienes las banderillas puestas, pero parece que te da igual, y sigues en el juego. En ese momento estas ciego.
Y de repente sientes un dolor intenso y tus rodillas se clavan en la arena y la sangre brota por tu frente.
Al caer al suelo, la arena entra en tus ojos, y al levantar tu cara, solo ves la imagen borrosa, de algo  brillante, que se aleja.
Y el dolor que sientes, es algo para lo que nadie, te preparó, nunca imaginaste, que amar podría producir semejante dolor. Pero está es la vida real,  y eso forma parte del ruedo de nuestras vidas.
Está metáfora trágico-romántica, entre las corridas de toros y las relaciones de amor.
Es la forma más gótica, que se me ocurre para hablar, de esas relaciones, que se terminan, cuando uno está enamorado y el otro ya no. Siempre hay uno de los dos que tendrá que sentir más el dolor. 
La cuestión sería, (y eso depende de la persona). Como lidiamos con esas rupturas. 
Aceptarlo, es lo mejor, no puedes hacer, que te quiera, quien ya ha decidido, continuar la vida sin ti.
Levantarte de  la arena y dejarte llevar por el odio, no te llevará más, que aumentar tu dolor, y entrar en una espiral de sufrimientos, provocados ahora, por ti mismo. El dolor, no es un buen lugar, ni para vivir, ni para decidir.
La vida, nos depara momentos de dolor, nos guste o no, y de ellos debemos extraer aprendizajes, que nos ayuden en el futuro. 
No hay fórmula mágica, ni santo a quién rezar.
Siempre será el tiempo, nuestra mejor medicina, solo el tiempo va diluyendo la amargura del dolor.
Como dice esta canción de Madonna, tenemos que vivir por amor, no darnos por vencidos.
El amor, nos va a levantar.























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